“Nadie debería estar en la cárcel simplemente por usar o poseer marihuana. Punto”, dijo Biden en una declaración en video. “Demasiadas vidas han sido alteradas debido a un enfoque equivocado hacia la marihuana y me he comprometido a corregir esos errores”.
La marihuana ha sido clasificada desde 1970 como una droga perteneciente a la Lista I, según la Ley de Sustancias Controladas (CSA, por sus siglas en inglés), junto con la heroína, el éxtasis y el LSD, lo que supone que carece de un uso médico aceptado y que tiene un alto potencial de abuso.
La propuesta la rebaja a una droga de la Lista III, junto con la ketamina y los analgésicos que contienen codeína, con una probabilidad de dependencia de moderada a baja.
Esta iniciativa fue presentada por la administración Biden a finales de abril, y el Departamento de Justicia inició oficialmente el proceso este Viernes 17 de Mayo. La marihuana seguirá siendo una sustancia controlada hasta que se complete el proceso, que incluye un período de consulta pública y una posible audiencia ante un juez.
El anuncio en año electoral podría ayudar a Biden, un demócrata, a impulsar el decaído apoyo, particularmente entre los votantes más jóvenes.
El aviso de la propuesta de reglamentación presentado al registro federal inicia un periodo de comentarios de 60 días seguido de una posible revisión por parte de un juez administrativo, un proceso potencialmente largo.
El Consejo del Cannabis de Estados Unidos, un grupo comercial, recibió con agrado el cambio propuesto, señalando que “marcará un cambio tectónico que se alejará de las políticas fallidas de los últimos 50 años”.
De promulgarse esta ley también permitiría investigar más sobre sus beneficios medicinales. Las drogas de la lista uno se consideran altamente adictivas y sin beneficios médicos, mientras que las de la lista tres tienen un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dijo que encontró “algún apoyo científico creíble para el uso de la marihuana en el tratamiento del dolor crónico, la anorexia relacionada con una condición médica, y las náuseas y los vómitos”.
Aunque la reclasificación de la droga no la convierte en legal, abriría las puertas a una mayor investigación y uso médico, ayudaría a reducir potencialmente las sanciones penales y aumentaría la inversión en el sector del cannabis. Si la clasificación de la marihuana se suavizara a nivel federal, las empresas de cannabis podrían obtener importantes beneficios, como poder cotizar en las principales bolsas de valores y deducciones fiscales más generosas.
Agencias Reuters, AP y AFP