Serán cinco semanas que tienen como finalidad preparar a los fieles para la Pascua. La Semana Santa será del 28 al 31 de marzo.
Esta noche, la celebración por el Miércoles de Ceniza, se desarrollará a partir de las 20 en la iglesia Catedral. Durante la misa, después del Evangelio y la homilía, se bendice y se imponen las cenizas de los ramos de olivo y otros árboles, bendecidos el año anterior al comienzo de la Semana Santa.
Al imponer la ceniza en la frente de los fieles, el celebrante dice: «Conviértete y cree en el Evangelio», o bien «Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás».
AYUNO Y ABSTINENCIA
El Miércoles de Ceniza, junto con el Viernes Santo (que este año es el 29 de marzo), es uno de los dos únicos días del año en que los cristianos practican el ayuno y la abstinencia.
El ayuno consiste en privarse de alimentos corporales y es una forma de penitencia y de oración. Cuando se ayuna, la persona puede comer solo una comida completa, o dos comidas más pequeñas que juntas no equivalgan a una comida completa. La ley del ayuno obliga a los mayores de edad (a partir de los 18 años), hasta que hayan cumplido 59.
La ley de abstinencia de carne obliga a los que cumplieron 14 años. No obstante, la Conferencia Episcopal Argentina, haciendo uso de las facultades que le concede el canon 1253, autoriza la posibilidad de reemplazar la abstinencia de carne por la abstinencia de bebidas alcohólicas, o por una obra de caridad o una práctica de piedad.
La Cuaresma también tiene en su trasfondo espiritual la imagen bíblica del desierto. Éste representa, por un lado, la experiencia del pueblo de Israel después de la celebrada salida de Egipto y, por otro, el ayuno y oración de Jesús en el desierto, que finalizó con su victoria sobre las tentaciones de Satanás.
El Papa abre su mensaje explicando que el pueblo de Israel recibió los mandamientos como un camino hacia la libertad: «El desierto es el espacio en el que nuestra libertad puede madurar en una decisión personal de no volver a caer en la esclavitud. En Cuaresma, encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca antes habíamos recorrido».
Foto: gentileza (Monseñor Stanovnik Arzobispo de Corrientes)