Se trata de Carlo Acutis. Un adolescente italiano nacido en Londres, cuya habilidad para difundir las enseñanzas de la Iglesia católica en internet lo han llevado a ser llamado “el influencer de Dios”, tiene el camino allanado para convertirse en santo.Falleció en 2006, a la edad de 15 años, lo que significa que sería el primer millennial -una persona nacida entre principios de los 80 y finales de los 90- en ser canonizado.
El papa Francisco le atribuyó un segundo milagro: la curación de una estudiante universitaria costarricense en la ciudad italiana de Florencia, donde estudiaba desde 2018. Valeria Valverde, de 21 años, tenía una hemorragia cerebral tras sufrir un traumatismo craneoencefálico en un accidente en bicicleta el 2 de julio de 2022. Su esperanza de sobrevivir era casi nula.
“Entre los numerosos peregrinos que acuden a la tumba [de Acutis] el 8 de julio de 2022, un viernes, hay también una mujer, Liliana, de Costa Rica. Se arrodilla, reza y deja una carta, palabras de esperanza que envuelven la peor angustia de una madre”, informó Vatican News.
De acuerdo con ese medio vinculado a la Iglesia católica, ese mismo día el hospital le informó a la madre que Valeria había reanudado espontáneamente la respiración, y al día siguiente comenzó a moverse nuevamente y a recuperar parcialmente el habla.
Carlo Acutis fue beatificado -el primer paso hacia la santidad- en 2020, después de que se le atribuyera su primer milagro: curar a un niño brasileño de una enfermedad congénita que afectaba su páncreas.
El segundo milagro fue aprobado por el Papa tras una reunión con el departamento de santificación del Vaticano. Aún no se sabe cuándo será canonizado.
Al momento de su beatificación, el papa Francisco afirmó que el joven “supo utilizar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza”.
Muchos católicos consideran que será “el patrono de la web” por haberse dedicado a hablar de su fe y ayudar a los demás a través de la tecnología. Los milagros generalmente se investigan y evalúan durante un período de varios meses, y una persona es elegible para la santidad después de tener dos a su nombre.